¿Sabrás cuánto tiempo exactamente debe pasar después de que comes para lavarte los dientes? ¿O por qué es recomendable bañarte en las noches o las mañanas? ¿Qué estas haciendo mal al despertar?
Querido estilocrata, las mañanas, a menudo, resultan difíciles. La mayoría de nosotros nos levantamos con el tiempo contado para comenzar la jornada de estudio o de trabajo. Por lo mismo muchos de nosotros ignoramos la importancia de las mañanas. El momento entre el que despertamos y llegamos al trabajo, es o como un pasaje entre el sueño y la vigilia, o como una vigilia acelerada y poco consciente. Ambas perspectivas están muy equivocadas porque las mañanas definen cómo pasarás el resto del día.
Recuerda despertar con todo por la mañana para tener éxito.
Estilócrata, debes saber que los primeros 40 minutos del día determinan el humor y éxito de nuestra jornada. Es un espacio corto de tiempo que tiene una extraordinaria importancia. Y desafortunadamente la mayoría de nosotros las echamos a perder gracias a hábitos excesivamente nocivos que se han acumulado en el tiempo. Estos hábitos no sólo pueden arruinar tu día, tambíen, por dramático que suene, pueden arruinar tu vida. Desde tu salud hasta tus relaciones laborales y sociales. Es por eso que deberías y esforzarte para transformar tus mañanas.
Por eso hoy en Estilocracia te vamos a enseñar cómo cambiar tus mañanas. Tu vida va a cambiar a partir de que sigas estos consejos. Te lo garantizamos. Todo depende de que evites cometer algunos errores que pueden arruinar tu rutina.
Bien, ahora si presta atención a lo siguiente para cambiar tus mañanas:
1. Aplazar o pausar la alarma
Por más básico que te parezca, si cambias este simple hábito puede transformarse tu vida. Es cierto que cuando la alarma suena todavía queremos seguir durmiendo, pero debes saber lo siguiente: puede ser fatal presionar el botón de silenciar para que suene después y así dormir un poco más.
El mayor peligro con posponer la alarma es que esos 5 minutos se conviertan en media hora o más, ya que a medida que sigas aplazandola pierdes la noción del tiempo, lo cual puede ocasionar que llegues tarde al trabajo o que inicies tarde tus actividades. Esto ocasoinará que te retrases y a largo plazo que pospongas tus placeres ,tus éxitos y tu vida. Además de que te sentirás mal al saber que despertaste a la hora indicada pero por flojo llegaste tarde.
Lo recomendable es no aplazar la alarma, de modo que no tienes alternativa. Siéntate, levántate y ve al lavabo, echa agua fría a tu rostro. Así despertarás y podrás iniciar tu día de la mejor manera.
2. Regresar a la cama
Así como ya mencionamos en el punto anterior, después de despertar y abrir los ojos, el siguiente paso debería ser levantarse de inmediato, pero esto no puede ser suficiente si después de ir al baño regresas a tu zona de confort. Sabes que lo has hecho: permanecer en la cama dando vueltas, sintiendo lo cálido de las sábanas, cerrar los ojos de nuevo..
Allí nos estiramos, escuchamos a los pájaros cantar, tomamos el teléfono, revisamos las redes sociales o prendemos la televisión. Así van pasando los minutos, postergando el momento para activarnos, incluso hay algunos que empiezan a trabajar en la cama, lo cual es mucho peor.
Esto solo provocará que te sientas cómodo y postergues tus labores diarias. Creenos: empezar a trabajar en la cama no es nada productivo, sino todo lo contrario. Nadie quiere mirarte hacer eso, ni siquiera tú mismo, así que piénsalo dos veces antes de hacerlo.
3. Pensamientos y estados de ánimo negativos
Según diversos estudios, la falta de sueño puede estar asociada con sensación de estrés, fatiga y depresión. Cuando no dormimos bien, en las mañanas podemos tener pensamientos negativos, incluso sentirnos sin energía. Puede haber diferentes causas como que haya algo que te preocupe o te tenga estresado.
Sin embargo, si al despertar te enfocas en lo que no te agrada, lo siguiente que puede suceder es que no quieras salir, que te vistas mal, que hagas todo de mala manera o no te darás mucha prisa en hacer todo lo que necesitas. Andarás por la habitación como un zombie extraviado, lo que ocasionará que llegues tarde.
Para tener un día productivo debes eliminar todos esos pensamientos y enfocarte en lo bueno. Así tu día será mucho mejor que andar con la mirada extraviada todo el tiempo.
4. Saltarse el desayuno
Por más prisa que tengas, no debes olvidar que el desayuno es una comida importante. No solo lo dicen las madres, sino que también los estudios al respecto lo avalan. El desayuno te da la energía que necesitas para enfrentar el resto del día. Pero si lo pospones o saltas, es posible que no encuentres tiempo después para ello. Y eso te va a traer problemas de diversa índole como falta de energía y nutrientes, además de problemas gástricos. Y estilócrata, los problemas gástricos en tu edad adulta o más madura pueden acabar contigo. No los provoques desde joven.
Es por eso que tomar el tiempo para el desayuno es primordial. Pero no basta con eso. El desayuno debe ser saludable; que incluya fruta, pero no demasiada. No satures tu mañana con azúcares. Tampoco debe tener tantos carbohidratos:la torta de tamal no es opción, ni siquiera la de jamón. Es mucho pan. Lo esencial son las proteínas. Y recuerda que no solo de café vive el hombre y este en si no es desayuno. Empezar con pan y café no es empezar bien el día. Hdrátate con agua, una buena dosis de proteína, y después sí, puedes tomar una taza de café.
5. Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer
Pero no basta con cepillártelos. Hay que hacerlo a tiempo. Y eso no quiere decir inmediatamente. Según algunos estudios, después de comer se necesitan 30 minutos de reposo antes de lavar los dientes. Durante este tiempo, nuestras piezas dentales se remineralizan y endurecen tras las abrasiones provocadas por la comida. Además de que la saliva se encarga de eliminar el exceso de comida que queda entre las muelas, algo que por supuesto puede hacer el dentífrico pero no de la manera correcta, ya que este solo debe encargarse de cantidades menores, al igual que el hilo dental.
Es por eso que si se lavan de forma inmediata, los dientes tienen que hacer frente a la abrasión del dentífrico justo cuando están más vulnerables y esto puede ocasionar problemas futuros.
6. No bañarte
Debe ser imprescindible: bañarte en las mañanas. Muchos hombres optan por bañarse por las noches, pero a menos que tengas alguna razón de salud especial, esto no es lo recomendable y puede estropear tu día.
Debes saber que la diferencia radica en que por las noches segregamos sudor, eliminamos toxinas y piel muerta, y de nada sirve que tomes un baño antes de acostarte ya que este proceso no cambia en absoluto. Esto ocasionará que cuando te despiertes te veas y huelas igual que como si no te hubieras bañado la noche anterior. Pero no te estamos diciendo que no debes bañarte en las noches, ya que puedes hacerlo ambas veces. Solo no omitas tu baño matutino.
7. Planea…
Recuerda que la rutina de la mañana comienza la noche anterior. Planifica tu día, en la medida de lo posible, dejando espacio para las contingencias imprevistas. Haz en la noche todo lo que puedas para optimizar el tiempo al levantarte. Piensa en la ropa que vas a usar y en lo que vas a desayunar. Por último, acuéstate temprano. Mientras más tarde duermes, más difícil será despertar a la hora. Y recuerda que levantarse temprano no es lo mismo que despertar temprano.
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