Estilocracia
“Dicen que el verdadero carácter de un hombre se pone a prueba en los momentos difíciles… y no hay prueba más dura que la prisión.”
El abogado penalista Gabriel Regino, en entrevista para MVS, reveló los secretos del sistema carcelario mexicano. Y si crees que ya lo has visto todo, espera a escuchar esto.
México cuenta con 281 cárceles y un problema que las une a casi todas: la sobrepoblación. De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, muchas prisiones operan muy por encima de su capacidad, con internos durmiendo en el suelo, en pasillos o incluso de pie, amarrados para no desplomarse.
La corrupción es parte del sistema: desde los custodios hasta los propios internos, todo dentro de la cárcel tiene un precio. Pero lo peor no es el encierro… es la jerarquía oculta que define quién sobrevive y quién sufre.
El abogado penalista Gabriel Regino, en entrevista para MVS, reveló los secretos del sistema carcelario mexicano. Y si crees que ya lo has visto todo, espera a escuchar esto.
1. El primer día en la cárcel define tu destino
Desde el momento en que cruzas la puerta, tu nivel dentro de la prisión queda determinado.
Las autoridades y la población interna deciden si serás un intocable, un sobreviviente o un condenado.
Los intocables son aquellos con dinero, poder o conexiones. Nadie los toca y tienen acceso a privilegios dentro del penal.
Los sobrevivientes son quienes aprenden rápido a moverse y negociar, evitando caer en lo más bajo.
Los condenados son los más vulnerables. No tienen dinero, protección ni poder… y si no pagan, la única forma de sobrevivir es a través del sometimiento o el trabajo forzado.
2. El primer "recibimiento" no es opcional
Lo que viste en el video de Fofo Márquez, con los custodios golpeándolo, fue una versión light.
"En realidad, el recibimiento es mucho más violento," explica Regino.
A los recién llegados se les golpea para marcar su lugar en la jerarquía. La primera prueba es “no poncharse”, es decir, no chillar, no hablar, no quejarse. El que grita o llora, pierde respeto de inmediato.
3. No tienes dinero… entonces, eres el conserje
Si no puedes pagar, te espera la fajina.
Eso significa limpiar baños, pasillos y celdas durante horas, días o semanas sin descanso. Y no con una escoba, sino con un “chicharrón”, un trapo seco que no limpia nada, pero que usan como castigo.
Y si crees que esto es temporal… no lo es.
4. Todo tiene un precio
Aquí nada es gratis. Si quieres un espacio donde dormir, comida decente o simplemente que te dejen en paz, tu familia deberá pagar entre 1,000 y 10,000 pesos mensuales.
Las cuotas no las ponen las autoridades, sino la “mamá”, el jefe de cada dormitorio. Es él quien decide quién duerme en cama y quién dormirá “de agallo”: de pie, amarrado del cuello y las manos para no caerse.
5. El dinero lo es todo… pero no lo es todo
El estatus en prisión no solo se basa en cuánto dinero tienes, sino en quién te protege y cómo juegas tus cartas.
Un hombre con recursos puede comprar privilegios. Pero un hombre con inteligencia puede convertirse en un sobreviviente.
Las mejores y peores cárceles en México
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la prisión mejor evaluada del país es la Prisión Militar adscrita a la V Región en La Mojonera, Jalisco, con una calificación de 9.30 puntos.
En el otro extremo, la peor calificada es el Cereso de Comalcalco, en Tabasco, con 4.23 puntos, caracterizado por corrupción, violencia y hacinamiento extremo.
Recomendaciones de canales sobre cárceles mexicanas
Si quieres conocer más sobre lo que realmente sucede dentro de las prisiones, te recomiendo estos canales:
“Crónica TV” – Así reciben a los violadores en la cárcel
“Expediente Criminal”
“El Blog del Narco”
“Luisito Comunica” Así viven en una cárcel los enfermos mentales
"Un hombre con estilo sabe moverse en cualquier entorno… pero aquí, el único estilo que importa es el de sobrevivir.”
Suscríbete a Estilocracia para más historias sobre el verdadero estilo de vida… dentro y fuera de prisión.
