¿Cuáles son los siete hábitos de la gente altamente efectiva? ¿Por qué todo mundo habla de eso? Estas acciones pueden ser buenas. Pero también pueden ser perjudiciales. Los hábitos son muy difíciles de quitar y pueden destrozar tu imagen.
No pararemos de decirlo. No es que seamos vanidosos o que carezcamos de profundidad. Es simplemente que la Imagen personal es tu tarjeta de presentación a los demás: dice quién eres y cuáles son tus objetivos.
Dicho esto, es legítimo preguntarse qué pasa cuándo lo que tu quieres decir sobre ti con tu imagen no concuerda con lo que tus acciones o lenguaje corporal están comunicando. Te lo vamos a responder: es en esos casos donde se genera la distorsión y hace que tu Imagen pierda credibilidad ante los demás. ¿Por qué? Porque no hay coherencia.
Te sorprenderás de algunos malos hábitos que son muy comunes, y que pueden destrozar tu imagen. Cuando hablamos de imagen no sólo hablamos de cómo te ves, sino de cómo te proyectas. Hablamos en efecto de tu conducta y de pequeños errores en ella que habla mal muy mal de ti.
¿Quiéres saber cuáles son? Acontinuación te daremos una lista de los siete hábitos de la gente altamente efectiva.
1) Ser impuntual
El problema para las personas consideradas impuntuales suele ser la diferencia de criterios. En efecto, según las distintas culturas, la precisión horaria que debe cumplir una persona puede variar. De la misma manera, no es lo mismo un retraso de diez minutos al llegar a una reunión que a una comida informal con nuestros amigos.
Pero ¿qué motivos tiene una persona para llegar después de la hora prometida? Puede ser un acontecimiento imprevisto: nadie puede culparte si hay algún accidente en la ruta que tomaste rumbo a tu trabajo. Puede ser un descuido tuyo, o simplemente puede ser que no te importe llegar a tiempo. De estas tres razones, sólo la primera está justificada. No puedes dejar que te suceda a diario.
Por el contrario, si llegas tarde por descuido o por desinterés, estarás transmitiendo una imagen negativa a quienes te esperaban, ya sean tus empleadores o incluso a tus amigos. Los imprevistos no pueden evitarse, pero puedes llamar por celular y disculparte de antemano si sabes que por algún motivo no llegarás a tiempo.
2) Escribir con errores de ortografía
Te haz preguntado, ¿por qué importa tanto la ortografía? La palabra es el arma más poderosa del ser humano y en los negocios de inmediato te das cuenta de la preparación, educación y cultura de los demás por sólo ver su comunicación escrita.
Lo haces a diario al escribir un correo electrónico, al conversar por whatsapp, en facebook, twitter y demás redes sociales, o al escribir a mano en alguna nota. Así que si eres de los que crees que se exagera y que no deberíamos de cuidar tanto la ortografía deberías de observar el cambio de sentido que provoca la falta de un acento muy sencillo.
¿Te imaginas la impresión de aquella persona que reciba este mensaje mal escrito? Quizá ni siquiera te percates de que te puedes meter en un problema serio sólo por descuidar un acento en una frase, o cambiar una palabra por otra. Así que ya lo sabes, cuida siempre tu ortografía. Si de plano eres malo, no está de más que tomes clases. Ahora hay cursos en línea por todos lados. Hay videos gratuitos. No te tomará ni quince minutos aprender las reglas de acentuación básicas. Revisa tu redacción. También hay aplicaciones que te ayudan a hacerlo. Si no lo haces es simplemente porque no te interesa. Y no quieres dar esa impresión, ¿o si?
3) Dar un mal saludo de mano
No hablamos de saludos de confianza, sino de aquellos encuentros que practicamos en el entorno profesional. Aunque el apretón de manos como saludo es más propio de las culturas occidentales, actualmente se acepta como fórmula de cortesía en casi todo el mundo.
La forma de estrechar la mano cuando nos introducimos en algún círculo o nos presentan a alguien es de importancia crucial Puede ser un gesto protocolario que puede parecer sencillo, pero en realidad es clave cuando se conoce a una persona. Presta atención a estos sencillos consejos:
Lo recomendable es esperar a que sea la persona de mayor autoridad quien extienda primero la mano, aunque si el entorno no es excesivamente riguroso, puedes adelantarte tú. Además siempre debes mirar de frente a tu interlocutor. La mano que extiendes será vertical, nunca tumbada o inclinada, menos boca abajo porque transmite intención de dominio. Además el apretón no debe ser fuerte ni débil, y el brazo deberá estar relajado, nunca rígido.
4) Olvidar de decir “gracias” y “por favor”
Estilócrata. Esto es básico. No puedes olvidar esta regla. Las palabras “Por favor” y “gracias” son de vital importancia. Te abrirán fácilmente muchas de las puertas, y no decirlas te las cerrarán. Esto es así porque a todos nos gusta que nos hablen con respeto, que nos pidan permiso y que muestren agradecimiento.
Esta es una costumbre que no debemos perder, pues es la base del civismo y de la educación en nuestra sociedad. Pero pronunciar las palabras no basta: hay que decirlo cno una sonrisa que demuestre sinceridad y alegría.
Recuerda que ser amables y respetuosos nos hace nobles y fortalece nuestras otra cualidades. Y además, que de algún modo nuestra buena educación muchas veces se traduce en buenas acciones hacia nosotros.
5) Comprometerse a algo y no cumplirlo
El valor que le das a tus palabras influye directamente en cómo te perciben los demás. Por eso es importante aprender a decir de frente qué puedes o qué no puedes hacer.
Hoy es muy fácil cancelar, porque gracias a la tecnología y las redes sociales todo sucede de inmediato y no tenemos ni que dar la cara. Pero justo ese es su defecto, pues genera cierta desconexión entre las personas y provoca informalidad. Conforme nos volvemos mayores, nos vamos convenciendo de que no hay problema con esta informalidad y se nos va haciendo costumbre faltar a nuestros compromisos.
El asunto, estilócrata, es que aunque las redes sociales te convenzan de lo contrario, las palabras y promesas tienen una relación directa con el valor que tenemos como personas. Aunque a ti no te importe, cuando no cumples una promesa nunca pasas desapercibido. Más bien la gente deja de creerte. Por el contrario, cumplir con algo acordado demuestra quiénes somos y nos hace sentir mejor cuando lo que proyectamos coincide con lo que decimos que somos.
6) Discutir a gritos en público.
La mayoría de las veces tratamos de llevarnos bien con la gente. Incluso cuando no estamos de acuerdo con alguien, usamos unas palabras, un lenguaje corporal e incluso un ritmo en el habla para dar a entender que queremos mantenernos en términos amistosos.
Pero, ¿qué pasa cuando no mantenemos el control y la discusión sube de tono? Bueno sabrás de antemano que discutir en voz alta solo muestra falta de educación. Además de que es una falta de respeto, no solo hacia la persona con la que discutes, sino hacia todo tu entorno.
Así que evita este comportamiento en público: solo quedarás mal parado y todos te miraran como un loco sin autocontrol.
Querido estilocrata, estos son sólo los errores más comunes. Sabemos que hay muchos más, y que seguramente ya estás pensando en algunos tú también!
Cuidemos nuestra imagen personal siempre. Y recuerda que la imagen personal no sólo es cuestión de como te ves, también de cómo te comportas. La primera impresión, aunque sea un cliché, jamás se olvida así qeu cuida tu imagen.