MIGUEL MALDONADOGabriel Biestro: El aparecido
“El tenedor es la radiografía de la cuchara”.
Luis F. Collado
(Estas semanas se publicarán descripciones –psico radiografías dirían los enterados– ficcionadas de los aspirantes a la presidencia municipal. Hoy tocó a: El aparecido.)
Un día dijeron a Gabriel Biestro que regalaban dulces en la cafetería del colegio y llegó el primero, esto fue en algún grado de la primaria y así Gabrielito se hizo fama entre la gente de buen mozo para eso de llegar el primero adonde nadie lo llamaba.
Sus compañeros de primaria ignoraban que esta habilidad inició años antes, allá en la verdura de sus cinco añitos, aquel día que vio una gran fila de gente y pensando que algo regalaban (¿por qué otro motivo se aglutina felizmente la gente?, pensaba Gabrielito) se formó, al final el payaso de la fiesta le obsequió un globo (“aprestarse a las filas siempre da frutos”, se felicitó Gabrielito en su fuero interior).
Con el tiempo, Gabrielito aprendió a no meterse a todas las cosas donde no lo llamaban, desarrolló este instinto después de varios traspiés, aquella vez que, por ejemplo, hizo una larga fila para darse cuenta que daban vacunas, además de llevarse un doloroso picotazo en el hombro aprendió a investigar antes de hacerse el aparecido.
Aunque hay algunos amigos cercanos que aseguran lo contrario, que Gabriel Biestro en un oportunista nato, que es capaz de aparecer en una fila donde se obsequien coscorrones, sólo por el hecho de no dejar pasar la oportunidad, que es el clásico que acepta los boletos regalados para la rifa del tigre; al que todo mundo busca si le sobra un boleto para un concierto, al que todo mundo acude si se quedó sin acompañante para la fiesta.
Así, un día, se le prestó la oportunidad de aparecer en Puebla a Gabrielito, en 2010 para ser exactos. Casi de la nada, así como aparece de pronto y a mitad de curso un nuevo compañero en la escuela, y a todos nos intriga saber qué demonios hace aquí a mitad de curso el compañerito, así apareció Gabriel en medio de los poblanos, como traído con una grúa hidráulica y puesto en medio de la plaza, muchos mirones se acercaron y vieron en ese rostro adusto a media barba a un emisario quizá de otro planeta. Pero en cuanto escuchamos que hablaba castellano, o que más bien lo pregonaba, entendimos que era un enviado del futuro, ese que hoy nos ha alcanzado.
A quienes conocemos su historial, no se nos hizo extraña su aparición, podemos explicarla casi con exactitud biográfica: estaba en Guadalajara, en un bar viendo un partido de las Chivas, fue a ese bar porque era el día de la inauguración y las cervezas eran gratis, escuchó en la mesa de al lado que se iba a formar un partido político y necesitaban gente en distintos Estados; Gabriel se apostó junto a los tertulios y se ofreció para ir y abrir brecha: “¿A qué Estado te gustaría ir?”, a Veracruz, “pues te vas a Puebla”, por eso digo, que Puebla. Y así es como el tapatío Gabriel Biestro hoy quiere ser el presidente municipal de nuestra ciudad.
Miguel Maldonado: Ha sido Premio Nacional de Poesía en dos ocasiones, fue agregado cultural de México en la embajada de Kenia y dirige la revista de cultura y pensamiento de la BUAP Unidiversidad.
