Entre niebla que acaricia las montañas y el aroma que despierta los sentidos, se esconde un tesoro que late en el corazón de México. Bienvenidos al Circuito del Café en la Sierra Nororiental de Puebla, donde cada sorbo cuenta una historia ancestral.
Acompáñanos en un viaje a través de DOS santuarios del café mexicano: Teziutlán y Tlatlauquitepec. !COMENCEMOS!
TEZIUTLÁN: LA PERLA QUE BRILLA ENTRE NIEBLA

Cuando la aurora despunta entre los cerros y la bruma danza entre cafetales, Teziutlán despierta con sus habitantes. La Perla de la Sierra, como la llaman con orgullo, no sólo destila café en sus entrañas, sino también la sabiduría de generaciones que han cuidado cada planta como a un hijo preciado.
A tan solo veinte minutos de su corazón urbano, Atoluca te recibe con brazos de neblina en su Circuito de la Niebla. Aquí, el Rancho Tepeyolotl custodia un secreto visual que corta la respiración: cafetales que se entrelazan con catedrales de bambú.
No lejos de allí, el invernadero de Anturalia florece bajo el cuidado de manos femeninas que transforman cada anturio en un poema de color.
En el centro histórico, la catedral se alza como testigo del tiempo, mientras los mercados tradicionales hierven con la vida y sabores que solo Teziutlán puede ofrecer. Aquí, cada taza de café es una confesión de amor a la tierra.
TLATLAUQUITEPEC: DONDE LA MAGIA FLORECE EN CADA GRANO

Tlatlauquitepec es un suspiro de la naturaleza convertido en Pueblo Mágico. El Jardín de la Sierra resguarda en sus laderas más de 1,200 metros de altura perfecta para el cultivo del café, donde cada grano captura la esencia del cielo.
La acidez brillante y las notas frutales de su café no son accidente, sino el resultado de una devoción a variedades nobles como caturra, mundo novo, geisha y oro azteca. Aquí, cada planta crece bajo la sombra protectora de árboles nativos y cítricos que comparten generosos sus nutrientes.
En fábricas como El Apulco y la Finca El Serrano, el tiempo se detiene para que descubras los secretos que viajan del cafetal a tu taza. Y cuando el espíritu aventurero te llame, el imponente Cerro Cabezón te desafía a conquistar sus senderos y paredes, ofreciendo vistas que quedarán grabadas en tu memoria para siempre.
El Circuito del Café en la Sierra Nororiental de Puebla es más que un recorrido turístico; es un viaje al corazón de México, a esa parte de nuestra alma que late al ritmo de tradiciones que se niegan a morir.
Teziutlán y Tlatlauquitepec te esperan con los brazos abiertos, listos para compartir sus secretos, sus paisajes y esa bebida negra que más que despertar el cuerpo, despierta el espíritu.
¡En cada sorbo, en cada historia, en cada amanecer entre cafetales, México te espera con todo lo que nos hace ser quienes somos!